martes, 11 de diciembre de 2012

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Diciembre del 2012.

Era el tarcal y las flexes terpines
girospaban y tregureaban en el redín; 
los borogoves estaban misines
y los deros verdales muflaban por fin.
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JABBERWOCKY 


Eran las cuatro de la tarde y los flexibles y viscosos lagartejones
giraban y agujereaban por el jardín;
 los pajarillos se encontraban miseridebileando
y los extraviados y verdes lechones mugisilbaban por fin.
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miércoles, 2 de febrero de 2011


Autoretrato

Una imagen tranquila y una meta más alcanzada.

jueves, 29 de noviembre de 2007


La insoportable levedad del "ser"




"La memoria siempre funda el mañana". Subcomandante Marcos.


De poco me sirvió esa noche la sabiduría chamánica y el círculo azul imaginario en el que pretendí refugiarme: el peso invisible del pasado se convierte siempre otra vez en presente.
Siempre vuelvo a "ser" a través de otros. Por lo que fuí, soy y seré. Aunque ni yo sepa lo que soy estáticamente.

¿No importa más que lo que hayamos sido, lo que podemos llegar a ser?. Lo que ya somos y negamos. Lo que no nos atrevemos a ser. Lo que somos en acto, aunque no en potencia.
Estamos empeñados en actualizar el pasado continuamente.
El pasado, pasado es, pero el presente también es pasado. Y hasta el futuro...
No hay tres tiempos, hay solo uno: la memoria.
El tiempo es memoria de una realidad ficticia que acumulamos en nuestras mentes. Regimos nuestras vidas a través de el y hasta llegamos a creer que la vida es sólo un poco de tiempo, como si no fuera absurdo pensar que es algo entre nada. Algo que viene de la inexistencia, del no-ser, para ser sin motivo durante un tiempo y luego volver a no-ser, sin más.
Somos esclavos de la memoria, de los relojes. Los ponemos cerca del cielo limitando el infinito. Los llevamos en las muñecas como esposas que limitan nuestra libertad.
No somos porque ya fuímos, no seremos porque ya habremos sido, solo hay un tiempo: la memoria.
¡Bendito sea el olvido!.

martes, 13 de noviembre de 2007

Proyectando

"Al contrario, reprimiendo todas las pasiones en una tranquilidad perfecta, y teniendo siempre la razón por guía, sin separarse nunca de ella, contempla incesantemente lo que es verdadero, divino e inmutable y está por encima de la opinión."
Sócrates

Tal vez resulte extraño pero contra todo lo que yo pensaba anteriormente, sólo fue hace poco cuando descubrí el movimiento y la fuerza de expresión que este conlleva. Pues bien heme aquí pensando acerca de la expresión humana, sin querer rebasar la fina linea de lo que se ve y lo que puede ser visto. Creo que está en marcha mi razón alimentada por la curiosidad de estudiar bajo qué métodos los seres humanos comunicamos nuestras emociones sin la palabra.
El elemento del cuerpo del ser humano, por excelencia, que indica esos estados de ánimo es sin duda el rostro pero más allá de la evidente emisión de afectos están las manos, brotes inquietos que sin querer dan a conocer lo que a veces uno quiere esconder. Clase obrera del tacto, identidad del individuo, receptor del pulso, gran militante de la vida y chivato de ella... .
Son las manos con sus movimientos calmantes, nerviosos, incitadores y con sus aspectos diferentes lo que me ha llevado a una comparación estético-biológica con las plantas y sus distintas morfologías. Donde las manos, que son dos, constituyen por un lado el soporte de la planta (la mano en la que te apoyas , en la que eres diestro) y por el otro las ramas y articulaciones de la planta (esa otra mano que sirve de refuerzo y sin la que la diestra no lo sería tanto).
Excusa perfecta para realizar un estudio de manos y de sus movimientos inherentes que coinciden con la forma y la expresión de estos organismos vegetales.
Las similitudes encontradas entre estos dos elementos no sólo están presentes como elementos figurativos sino que también abarcan el carácter conceptual de esta simbiosis, en tanto en cuanto, los dos son reflejo del tiempo, el espacio, el azar, la intención e incluso del aprendizaje (evolución).

.....en construcción



Presentación

Desde tiempos inmemoriales los enanos han construido y guardado con celo grandes obras donde el sentido de la utilidad practica y la belleza constituyen el sumun de cualquiera de sus obras.Yo como cualquiera de vosotros también construyo y en este caso expongo esas obras pero desde un campo más artístico, estudios y pequeñas empresas que sin un fin claro, más que un sistema de aprendizaje personal, os pretenden ilustrar pensamientos e inquietudes que me tañen hoy en día.